Ariano nel Polesine, 14 de junio de 2025 – Fuego, escombros y renacimiento. Enero de 2023, hace apenas unos días, la bendición frente a la planta, lágrimas en los ojos de los trabajadores. Es una historia de valentía la que firma una empresa símbolo del Polesine. Las llamas aún presentes en la memoria y en los ojos: fue la maldita noche entre el 24 y el 25 de enero de 2023. Un incendio destruyó más de 5.000 metros cuadrados de la planta situada en la carretera estatal Romea, en Ariano nel Polesine. La empresa pesquera se llama Mancin Nadia, una referencia en Ariano, donde trabajan muchas personas: jóvenes, mujeres, familias desde hace generaciones. Pudo haber sido el final, pero fue una gran prueba de resistencia.
Un nuevo comienzo en las palabras de Marco De Agostini, CEO de Mancin Nadia:
“El 25 de enero de 2023, un acontecimiento marcó profundamente nuestra empresa, poniendo en duda años de trabajo, experiencia y dedicación. En menos de 20 días volvimos a estar operativos, con la misma calidad, la misma fiabilidad, la misma determinación, eligiendo reconstruir mirando hacia adelante, viendo este desafío como una oportunidad para relanzarnos. Invertimos en tecnología, reorganizamos los procesos, reforzamos la identidad del grupo. Hoy estamos plenamente operativos. Nos acompaña Mgib, empresa del grupo especializada en la depuración de moluscos. Juntos, contamos con unos cien colaboradores. Un capital humano fundamental, el corazón de nuestro renacimiento. Estamos desarrollando nuevas estrategias comerciales y de marketing, con el objetivo de reforzar la marca, ampliar la gama de productos y consolidar nuestra presencia en el mercado”.
El gran día, el corte de cinta, la emoción, los empleados aplaudiendo. Hace apenas unos días. El incendio, probablemente causado por un cortocircuito en plena noche, provocó las llamas: toda la planta convertida en cenizas, años de trabajo y sacrificios perdidos. Para muchos habría sido un golpe mortal, con daños superiores a los 10 millones de euros. Pero en estos meses se ha medido la recuperación de un pueblo y de la familia De Agostini, propietaria de la planta. Al frente, el fundador Martino junto con su esposa Nadia Mancin (que en 1983 dio su nombre a la empresa pesquera familiar), y sus hijos Marco, Michele y Fabio. La confusión y el miedo al futuro, por sus empleados – casi una familia – dieron paso al valor y a la fuerza para reaccionar.
En los últimos dos años, con la producción en condiciones provisionales, se tuvo que renunciar a alrededor del 20% de la facturación. Hoy la empresa apunta a alcanzar los 20 millones de euros en facturación para 2026. Una recuperación y luego un crecimiento adicional. Los fundadores, acompañados por la tercera generación: Andrea y Martina De Agostini, y Lorenzo Negri.
Una doble fiesta, el regreso a la sede histórica, la celebración del renacimiento y de los 40 años de actividad. La jornada se abrió con la bendición del obispo Pierantonio Pavanello: “Una muerte seguida de una resurrección”. El aplauso liberador. “Lo logramos”. Hace dos años, por estos días, solo había un montón de escombros.
Mario Bovenzi
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